Si alguna vez viajaron a Brasil, seguramente probaron el famoso «Pão de Quiejo». Este año estuve por ahí y en la mayoría de los restoranes ponían una panera con estos pancitos, calientes y muy tentadores.
Y la verdad es que son tan ricos como parecen. Esponjosos, suaves, el queso derretido al partirlos… ¿cómo no nos puede gustar esta delicia?
Entonces cuando llegué del viaje, me puse a investigar un poco cómo se hacían estos pancitos. Son muy fáciles de hacer y la verdad es que vale la pena probar.
Además, son libres de gluten, por lo que son ideales para dietas sin TACC.
Se me ocurrió hacer un experimento y compré una de esas cajas de pan de queso que venden en todos los supermercados. Quedaron súper tiernos y esponjosos y sabor definido a queso, aunque con un dejo de sabor metálico, supongo que por alguno de los conservantes.
Luego fui por los verdaderos y obviamente quedaron mucho más ricos, como todo lo hecho en casa. Para ello busqué varias recetas y probé dos o tres variantes. Los ingredientes entre receta y receta son casi los mismos pero las cantidades y proporciones varían bastante. Al final me basé en una receta en portugués (supuse que iba a ser más fiel una receta brasilera), cambié alguna cosa y listo: pancitos de queso prontos y riquísimos!
Ingredientes:
- 2 tazas de harina de tapioca. La única que encontré es marca Tipiak y la compré en el supermercado en la góndola de productos sin TACC. La cajita trae un poquito menos de 2 tazas, pero no hizo diferencia en la receta.
- 2 huevos
- 1/3 taza de manteca derretida
- 1 taza de leche
- 1 taza de queso parmesano o gruyere o cualquiera que les guste que sea bien sabroso
- 1 cuharadita de sal
Procedimiento:
Precalentar horno a 190° – 200°C ( fuerte) y forrar una placa o asadera con papel manteca (o silicona o papel de aluminio)
Colocar la harina de tapioca en un bowl grande. Reservar.
En una olla, poner a calentar la leche con la manteca y la sal hasta que comience a hervir y apagar el fuego.
Agregar la mezcla de leche a la harina de tapioca y revolver rápido (ya que la tapioca absorbe el líquido rápidamente) hasta que quede bien incorporado.
Agregar los huevos y el queso y revolver bien.
Y ahora con las manos amasar un poco para que la masa quede suave y homogénea.
Formar bolitas de aprox 3 cm de diámetro y colocar en la asadera con una separación de 2-3 cm.
Llevar al horno y BAJAR la temperatura a 160 – 170°C (al ponerlos en el horno, éste tiene que estar bien caliente, pero luego la cocción tiene que ser con horno más suave).
Hornear por aproximadamente 20 – 25 minutos hasta que estén inflados y doraditos en la superficie.
Lo ideal es comerlos calentitos y si los guardan para comer al otro día, vuelvan a colocarlos en el horno por unos minutos (fríos quedan un poco secos y duritos). También pueden hornearlos, dejarlos enfriar y congelarlos y de esa manera pueden ir comiéndolos de a poco.
Yo acompañé una sopa de verduras con estos pancitos y era la combinación perfecta! También los pueden usar para hacer sandwichitos, acompañar cualquier comida, rellenar o untar con lo que sea, son súper versátiles.