Hace unos días volvimos (mis hijas, marido y yo) de unas vacaciones muy lindas en Brasil.
Allá nos estaban esperando una pareja de amigos brasileros con sus dos hijos y pronto descubrimos las ventajas de viajar con «locales»! Tuvimos la oportunidad de meternos de lleno en sus costumbres y su cocina y de paso nos ahorramos caer en unas cuantas trampas para turistas.
No cociné nada allá, pero siempre estuve con los ojos bien abiertos, mirando, aprendiendo e ideando qué les iba a enseñar al llegar: algo típico brasilero, OBVIO!
Probamos de todo, dulce y salado y nos hicimos tan adictos al clásico arroz con «feijão» que ahora mis hijas me lo piden todo el tiempo!
De todo lo que podría haber hecho, elegí hacer este QUINDIM. Siempre me encantó este postre (¡amo el coco!) pero hacerlo me intimidaba un poco. Descubrí que es un postre fácil de preparar pero que tiene sus «truquitos», por lo que nunca había encontrado una receta que me convenciera del todo. Esta receta me la pasó mi amiga brasileña Thais, así que es típicamente local. Apenas me la mandó puse manos a la obra y el resultado no pudo ser mejor.
¡A Probar!
Ingredientes (rinde aprox. 8 porciones):
10 yemas (si ¡10! no se asusten, son muchas yemas, pero es un postre especial, y realmente amerita!)
100 grs de coco rallado
200 ml de leche de coco
30 grs de manteca derretida y a temperatura ambiente (aprox. 2 cucharadas)
1 1/4 taza azúcar
1 cucharadita de vainilla
Procedimiento:
En un bowl colocar el coco rallado, agregar la leche de coco y revolver bien (este paso es para hidratar el coco). Dejar reposar unos 15 minutos.
Mientras se hidrata el coco, colocar las yemas en un colador colocado sobre un bowl y con la punta de un cuchillo, hacer un pequeño corte en cada una. Este paso es MUY importante, ya que vamos a quitar la «membrana» de las yemas para que el postre no quede con sabor a «huevo» que es uno de los errores más frecuentes en el quindim.
Demora unos minutos en colarse pero no sean ansiosos ni traten de revolver o aplastar las yemas, esa membrana que ven en la foto superior derecha es lo que NO queremos usar.
Precalentar horno a 160°C. Poner a hervir aprox. 1 litro de agua (para hacer un Baño María).
En un bowl grande colocar el coco hidratado, agregar la manteca derretida, la vainilla y el azúcar y mezclar bien.
Agregar las yemas y mezclar MUY SUAVEMENTE (¡no batir!) hasta incorporar.
Al revolver suavemente sin batir, logramos que el quindim quede brillante, sedoso y amarillo
Enmantecar una budinera de chimenea (no muy grande), o 6 – 8 moldecitos individuales y espolvorear bien con azúcar.
Colocar la mezcla dentro de la budinera o moldecitos y colocar en una asadera o fuente para horno (para el Baño María).
Verter el agua hirviendo dentro de la asadera y con mucho cuidado llevar al horno.
Hornear por aproximadamente 50 minutos en budinera o 35 minutos en moldes individuales, hasta que al pinchar con un palito, éste salga limpio.
Dejar enfriar mínimo 3 – 4 horas en la heladera (mejor de un día para el otro). Una vez bien frío, pasar un cuchillo por todo el borde y desmoldar con cuidado.
Si llegan a no poder desmoldar, pasar APENAS la base del molde por fuego bajo o le dan apenas calor con un soplete de cocina, y van a ver que se desmolda en seguida!
Esta versión que ven abajo, la hice en budinera más grande y queda re lindo también!
Sabían que…
Con las claras que sobran pueden hacer muchas cosas, por ejemplo este rico Pavlova de Frutos Rojos o unos Merenguitos. ¿Nada de esto les convence?
¿Sabían que las claras se pueden congelar? Las ponen en un tupper hermético (o de a una en una cubetera para controlar cuántas usan) y ¡al freezer hasta que las necesiten!
Se pueden guardar unos 6 meses en el freezer (les aconsejo escribir fecha de cuándo las congelaron así no se olvidan).
Estas claras congeladas sirven para cualquier tipo de preparación (incluído merengue).