Obviamente nunca seré buena vendedora, porque con el nombre que le puse a este crumble, parece que hablásemos de la cosa más aburrida e insulsa del mundo…
Pero en este caso es todo lo contrario! todo ¿eh? ¡este postre es buenísimo!
Les cuento: tengo una amiga, muy amiga, que desde hace unos años se cuida mucho con la comida. Arrancó hace un tiempo por un tema de salud pero hoy ya es un estilo de vida.
Cada vez que charlamos me cuenta de las cosas nuevas que come, que cocina, que descubre, y como a mi me encanta cualquier cosa relacionada con comida/cocina/ingredientes/cosas ricas/cocinar/comer, ¡soy como un niño chico que absorbe información como una esponja!
Por eso hace un tiempo vengo investigando las nuevas “tendencias” en cuanto a alimentación : comida “raw”, dieta vegana, dieta Paleo, dieta Clean y miles más. Es imposible, viendo tantos blogs, páginas web de cocina, Pinterest, redes sociales, etc, no ver este tipo de dietas con sus respectivas recetas.
¿Alguna vez escucharon de todo esto? sería una locura explicarles aquí de qué se trata cada una, pero en definitiva todas las ramas llevan a comer “sano” y a un estilo de vida más saludable. Algunas con sólo proteínas, otras sólo vegetales y frutas, algunas con todo “crudo”, otras sin nada que provenga de animales, “jugos verdes” de todo tipo, etc.
Cuando digo que investigo, no digo que las sigo ¿eh? jaja. Yo soy feliz comiendo a mi manera y probando cosas nuevas, siempre intentando que sea saludable, pero a mi manera. No creo en las dietas radicales que suelen ser bastante menos saludables de lo que parecen, ¡todo en su justa medida para mi esta perfecto!
Me encanta cocinar algunas de éstas cosas cada tanto, pero digamos que es una especie de “investigación de campo”.
Este postre lo vi en un blog vegano (y modifiqué varias cosas a mi gusto) y me sorprendió: es tan rico que seguro lo voy a repetir varias veces.
Lo mejor es que no tiene harina por lo que es perfecto para dietas sin TACC, no tiene azúcar, no tiene manteca ni huevos ni ningún derivado de animales por lo que es apto para veganos. ¡En fin, es apto para casi todo el mundo! jaja (perdón a aquellos con alergias a los frutos secos, esos sí que no pueden).
Si quieren pueden hacerlo de peras, de ciruelas, duraznos o de la fruta que quieran, el crumble es tan versátil que combina perfecto con cualquier fruta.
Les recomiendo comerlo tibio, con algún helado de crema (común o dietético), crema batida (con azúcar, Splenda, miel o jarabe de agave) o también puede ser con yoghurt de vainilla (común o dietético).
Receta (rinde 8 porciones):
6 manzanas verdes o rojas (los crumbles generalmente llevan manzanas verdes, para contrastar con lo dulce de la mezcla de arriba, pero en este caso como no lleva azúcar podemos usar manzanas más dulces)
1/2 limón
4 cucharadas de aceite de coco (consiguen en tiendas de productos naturales o tiendas especializadas. En Montevideo yo lo compro en “Mercado Verde”. Seguramente en muchos países lo pueden conseguir en supermercados). Obviamente pueden usar manteca que queda perfecto, nada más que deja de ser “vegano”.
1/2 taza de jarabe de agave (o si quieren pueden usar miel de abejas)
1 pizca de sal
1 1/2 taza de harina de almendras (la compran en tiendas especializadas y dietéticas. Idem Mercado verde. También la pueden hacer procesando almendras crudas en la procesadora hasta que queden casi polvo)
1 taza de nueces pecan (o comunes) picadas (o cualquier otro fruto seco que les guste)
1 pizca de nuez moscada
1/2 cucharadita de canela (opcional pero lo recomiendo)
Para la base de manzanas:
Pelar y descarozar las manzanas.
Precalentar horno a 170 – 180°C (horno medio).
Cortar en láminas finitas (lo más que puedan, de esta manera la manzana se va a cocinar más rápido).
Colocar en forma de “acordeón” sobre una fuente para horno de aprox. 30 x 20cm.
Si les sobra manzana cortada, no no se preocupen por la prolijidad y coloquen lo que sobra por encima de estas, ya que luego vamos a colocar el crumble por encima y no se va a notar.
Exprimir el jugo de medio limón directamente sobre las manzanas.
Tapar la fuente con papel de aluminio y llevar al horno por aprox. 30 minutos o hasta que las manzanas estén bien tiernas. Mientras se cocinan, preparar el crumble.
Para el crumble:
En un bowl apto para microondas, colocar el aceite de coco (o manteca) y derretir en el microondas (apenas unos segundos) hasta que esté líquido.

Agregar el jarabe de agave (o miel),
la sal, canela, nuez moscada,
la harina de almendras,
y las nueces pecan picadas
Mezclar bien, quitar el papel aluminio de la fuente con las manzanas ya horneadas y tiernas y colocar el crumble por encima.
Apretar APENAS con los dedos.
Llevar a horno medio/bajo (160 – 170°C) por aprox. 20 minutos o hasta que esté dorado.
Servir tibio, sólo o con helado, crema o yoghurt de vainilla (claro está ¡si no sos vegano!). Mmmmmmmmmmmmmmmmm
Sabías que…
El jarabe de agave (también conocido como néctar o miel de agave) es el jugo vegetal dulce que se extrae de las hojas o pencas del agave azul, planta de aspecto parecido a una yuca o cactus pero que en realidad es una suculenta similar al aloe vera. Nutricionalmente son bastante similares, pero la característica diferencial con el azúcar común que es que el jarabe de agave posee un menor índice glucémico, es decir no causa un aumento tan drástico de los índices de glucosa tal y como lo provoca el azúcar común.